Nùmero 3: Palabras de un maestro Deysi Díaz

Palabras de un Maestro Deysi Díaz
Al Maestro en Formación:
El Proceso enseñanza-aprendizaje nace en el diagnóstico

4 de octubre un día importante en nuestro país, el día de la esperanza, de los sueños. En este año 2010 millones de rostros venezolanos se iluminan porque después de un largo período de vacaciones, se abren las puertas de las instituciones educativas. Para recibir a al hombre del mañana, a la esperanza del futuro, que se conjuga en los sueños de padres y representantes. ¡Inmenso compromiso en manos del maestro! El que está facultado para enseñar, modelar ya sea que su título sea profesor, Master o Doctor, siempre debe ser un Maestro el que ejerce la docencia con vocación y no me refiero a la vocación de servicio ya que nos limita a pensar en los beneficios empresariales de los que carecemos, sino con vocación para enseñar y más allá con vocación para formar.
Permítame estimado colega brindarle parte de mi experiencia en el ejercicio de la docencia a fin de que este año escolar que recién inicia, 2010 – 2011, sea de provecho para la semilla que hoy germina. No es mi intención dar una receta ya que como refiere la Maestra Belen Sanjuan
“Aprendí que solo es maestro quien es capaz de crear, tener su estilo propio, su método y aun trabajando con métodos ajenos, le imprime una fisonomía nueva, un color propio que emerge del intelecto de quien lo usa”
Cada inicio de un año nuevo en familia hacemos rituales para la prosperidad, el amor, el trabajo. Esto es visualizar el futuro, planificarse por una misión, de igual forma el maestro debe tener presente la visión y misión para poder planificar el futuro de sus estudiantes creando oportunamente ambiente desarrolladores centrado en la promoción de las capacidades, el talento y la creatividad en cada alumno
Una de las primeras tarea del docente, al respecto, debe estar referida a dejar muy en claro el perfil a desarrollar en los estudiantes en dependencia del grado que le corresponda a fin de determinar su misión en dicho año escolar. De allí la importancia de la realización de un diagnóstico bien elaborado, Que arroje resultados reales y no se limite a desempolvar el pasado que aun se mantiene digitalizado y que solo requiere un cambio de fecha. Que no solo se base en métodos empíricos sino que considere los teóricos. Que no se limite en aplicar el aplicado en años anteriores sino que este sea concebido para el presente en función del futuro. Que no se limite a descubrir debilidades, trastornos, dificultades, defectos, o enfermedades sino que vaya hacia el descubrimiento de potencialidades, que descubra lo que el niño sabe, lo que puede, lo que es capaz de hacer solo y lo que pudiera hacer con ayudas de sus compañeros, del maestro, de la familia o de otros profesionales si fuese necesario.
Descubrir lo saludable, lo sano, lo bueno, nos permite comenzar el trabajo pedagógico por el camino más correcto y promover realmente el desarrollo integral del alumno.
Una recomendación más referida al diagnóstico es que este no solo debe evaluar al niño de manera aislada, debe tomar en cuenta su entorno social, ¿que tipo de influencia recibe? ¿Qué tipo de influencias recibe? ¿Qué elementos desempeñan un papel desarrollador y cuáles frenan, obstaculizan o dañan?, y sobre todo: ¿qué es necesario transformar en cualesquiera de los contextos con los que el niño interactúa para lograr la solución de sus necesidades, el máximo desarrollo de capacidades y su preparación para la vida?.
Por último permítame recordarle que el diagnóstico posee un carácter continuo y dinámico y no se limita a un momento o etapa que termina con determinadas conclusiones.
En este año escolar que inicia seamos Maestros formadores en valores, seamos maestros en instruir, seamos Maestros para orientar y desarrollar el talento, la creatividad, la inteligencia de nuestros estudiantes.
Dejo para la reflexión lo que sabiamente expreso Cal Roger: “El móvil de la creatividad, en última instancia es la tendencia del hombre a expresar todas sus capacidades, pero dicha tendencia, puede quedar profundamente enterrada bajo capas de defensas psicológicas sedimentadas o bien ocultas tras máscaras elaboradas que niegan su existencia”