Año 2 Número 1: Buen Abad

16/01/2011
Carlos Fuentes: la literatura como parapeto


No vamos a exagerar, Carlos Fuentes no es el peor de los “intelectuales” que, con los años, se han vuelto, a cualquier precio, serviles y decadentes. Pero compite de manera voluntarista. Como no puede ser acusado de ignorante podemos calificarlo como irresponsable (por decir lo menos) cuando escuchamos su demagogia “docta”, abordar diagnósticos sobre Latinoamérica. Como otros muchos de sus compinches, se hace llamar “literato” para traficar los epítetos más bobalicones con que la clase dominante ataca a los pueblos revolucionarios. Su demagogia burguesa es la tumba de sus mejores novelas. RIP.
Ellos, que fueron el “boom”, en una etapa del avance literario latinoamericano, hoy se exhiben, en las pasarelas mediáticas de los golpistas, limosneando “rating” para vender sus vanidades y sus libros, a cambio de servilismo ideológico barnizado con impunidad faranduleada. Son “vedettes” de la ultra-derecha de Miami y contemporizan con las cortes de los gobiernos más serviles al mandato yanqui. Más que triste es vergonzoso su papel de bufones intelectuales en el reino de la mediocridad televisiva. Como en CNN, por ejemplo.
Alguna vez Carlos Fuentes hizo pasar por “demócratas” o “progresistas” algunas de sus obras y afirmaciones. Alguna vez se lo vio como un referente avanzado entre los intelectuales latinoamericanos y alguna vez, hoy sospechosa, se hizo pasar por solidario con las causas democráticas más profundas en pie de lucha contra el capitalismo. Hoy eso se ve diferente, o se lo ve como un engaño o se lo ve como una traición. Lo juzgará la historia. Por ahora nos compete denunciarlo y nos compete debatir su decadencia burguesa.
Ante las cámaras mercenarias del “tea party” –CNN- televisivo en México-Miami, Fuentes descargó su veneno meticulosamente disfrazado de opinión culta. Prohijó halagos para el presidente Santos de Colombia, para el presidente chileno y para el presidente peruano… halagó, con cautela, a Lula; refirió que Ecuador y Bolivia reconsideran su rumbo y se descosió, con una falta de respeto calcada de las cabezas golpistas, contra Hugo Chávez presidente democrático de Venezuela. Claro que no está mal que Fuentes opine libremente lo que dice pensar “libremente”. Lo sospechoso es que un intelectual que se exhibe como paladín de las ideas más originales no haga más que repetir, miserablemente, las ideas y palabras de los golpistas más estúpidos. Para eso contamos con Vargas Llosa, Castañeda, Krausse, Granier… y una lista interminable, no por el número sino por nauseabunda. La voluntad Revolucionaria, Democrática y Socialista debe ser respetada por todos.
Nos queda, cada vez que esos “intelectuales” muestran sus hilachas burguesas, un paisaje claro sobre el territorio de la batalla de las ideas que nos exige avances y triunfos concretos. Luego de mirar su discurso más servil y más miserable, dejan de merecer respeto porque se acomodan en las filas del enemigo de clase. No nos engañamos. Es la elección de ellos y es el trabajo histórico que nos corresponde, si queremos derrotar a todas esas formas del engaño ideadas por la clase dominante para obligarnos a respetar sus parafernalias ideológicas disfrazadas de “cultura”.
Las mejores ideas no son las que están en las cabezas de los sabihondos burgueses sino en los pueblos que luchan por emancipar a la humanidad de todos los crímenes perpetrados por el capitalismo. Las mejores ideas son las ideas socialistas para la emancipación de los trabajadores en contra del saqueo, en contra de la explotación, en contra de las guerras, en contra de la destrucción de los ecosistemas… las mejores ideas no son las que se deslizan en la palabrería de los intelectuales famosos, disfrazada de “culta”, las mejores ideas son las ideas de los pueblos revolucionarios que quieren la Cultura democratizada y para todos, que quieren democratizar el pan y la salud, que quieren democratizar las herramientas de producción y las riquezas todas.
Las mejores ideas son las ideas socialistas y científicas. Las ideas de la Revolución socialista con ética comunista contra un capitalismo putrefacto y asesino. Esas son nuestras mejores “fuentes”, don Carlos, mal que le pese, aunque no salgan en la “Tele” del Consenso (golpista) de Miami. Como a usted le encanta.